Del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau se han explicado muchas anécdotas, pero la historia que tiene detrás es larga y llena de pequeñas historias. En este artículo te presentamos 5 curiosidades sobre el Recinto Modernista que seguro nadie te ha explicado antes.
La orientación del Hospital de Sant Pau respecto al Eixample
El conjunto de pabellones de Sant Pau está orientado siguiendo una dirección desviada 45º respecto a las calles del Eixample. Se acostumbra a atribuir este hecho al menosprecio que sentía Domènech i Montaner por el proyecto d’Ildefons Cerdà, pero lo cierto es que la orientación obedece únicamente a la dirección de los puntos cardinales. De hecho, Domènech tenía en general una buena opinión del Plan Cerdà, e incluso lo tema de referencia para dimensionar las vías interiores del conjunto hospitalario.
Ningún pabellón sin la luz del sol
Para asegurar unas buenas condiciones de insolación a todos los pabellones de enfermería, Domènech i Montaner los separó la distancia justa para que no se hiciesen sombra entre ellos, ni siquiera en esos días de invierno en los que el sol va más bajo y las sombras son más largas. Los espacios resultantes se destinaron a jardines. Se plantaron especies umbrías en el lado sud, que está siempre a la sombra, y de solana en el lado norte, combinando plantes de verano y de invierno para que el jardín luciera todo el año.
Sant Jordi y Sant Martí, los santos más representados
Sant Jordi y Sant Martí son de largo los santos más representados en el Recinto Modernista: los encontramos en relieves escultóricos en el interior del Pabellón de la Administración, y en mosaicos en su fachada posterior y en el pequeño pabellón de Sant Jordi. Esta profusión se explica fácilmente en una institución dedicada a acoger enfermos pobres, ya que a Sant Martí se le representa compartiendo su capa con un mendigo, y a Sant Jordi luchando contra el dragón, encarnación de enfermedades.
Un hijo de Domènech perpetuado en el Pabellón de Sant Rafael
En 1915, mientras se estaba levantando el Pabellón de Sant Rafael (1914-1918), murió uno de los hijos de Domènech i Montaner: Ricard Domènech i Roura, con solo 23 años y la carrera de farmacia recién acabada, víctima de una bronconeumonía. Quizá como homenaje póstumo para perpeturar su memoria, la imagen de Sant Rafael acompañando Tobías que preside la fachada del pabellón – obra de Eusebi Arnau – tiene los rasgos fisonómicos de Ricard.
La copia de la copia de la cruz barroca original
La cruz barroca que se encunetra en el centro de los jardines es una reminiscencia del antiguo Hospital de la Santa Creu situado en el Raval. No es la cruz original, que sigue en su lugar desde 1691, porque cuando el Hospital se trasladó definitivamente, el Ayuntamiento, que había adquirido el antiguo edificio, no permitió la reitrada de la cruz. Así que en 1931 se hizo una copia. Pero ésta, a su vez, fue destruida en 1936, y después de la Guerra Civil se reconstruyó. Así pues, ¡se trata de la copia de la copia de la cruz original!
El Recinto Modernista esconde muchos detalles como estos entre su historia, su arquitectura y su decoración. Si vienes, tendrás la oportunidad de descubrir muchos más.