¿Cómo se puede despertar la conciencia política entre las diferentes comunidades de inmigrantes que viven en Barcelona? ¿De dónde surgen las motivaciones para involucrarse en política?
Estos eran los principales temas de discusión de la mesa redonda organizada por el Programa de Diversidad e Interculturalidad de Casa Asia y el Instituto sobre Globalización, Cultura y Movilidad de la Universidad de Naciones Unidas (UNU-GCM).
Moderada por Parvati Nair, directora de UNU-GCM, el debate contó con la participación de Lola López, comisionada de Inmigración del Ayuntamiento de Barcelona; Huma Jamshed, consejera del Distrito de Ciutat Vella y presidenta de la Asociación Cultural Educativa y Social Operativa de Mujeres Paquistanesas (ACESOP); Dai Huadong, presidente de la Asociación de Chinos de Cataluña; Rosa Irasusta, directora del Centro Filipino; Nazrul I Chowdhury, de Bangladesh; y Tahir Chaudhry, de origen paquistaní.
Los participantes compartieron sus experiencias en la ciudad de Barcelona como activistas políticos desde diferentes perspectivas.
“Si no participamos, no podemos romper muchos de los prejuicios que tienen sobre nosotros y sobre nuestros lugares de origen”, explicó Huma Jamshed. “Participar no sólo quiere decir poder escoger las personas que nos representan, sino hacerlo a todos los niveles: en reuniones de la comunidad de vecinos, en encuentros de las AMPAs en los colegios o en los consejos de barrio”, detalló.
En la misma línea, Rosa Irasusta remarcaba la necesidad de participar para defender sus derechos. La gran mayoría de la comunidad filipina, por ejemplo, trabaja en tareas domésticas y, según Irasusta, sufren “muchos abusos por parte de quien las contrata”. Unirse les ha permitido saber cuáles son sus derechos como personas trabajadoras y también les ha sido útil “para poner en común estos problemas y abusos”.
Ante los problemas y dificultades que se encuentran para acceder a la política, Nazrul I Chowdhury denunciaba que no se puede participar de ella sin tener derecho a voto. “No puede ser que haga más de 10 años que vivimos y trabajamos en Cataluña y paguemos nuestros impuestos y que se nos niegue la nacionalidad y el derecho a voto”, defendió.
Lola López, comisionada de Inmigración del Ayuntamiento de Barcelona, coincidió plenamente con estas denuncias y reclamó más competencias municipales para poder incluir a los inmigrantes en las decisiones políticas. López destacó la importancia de organismos municipales como el Consejo Municipal de Inmigración, la única institución que incluye personas que no tienen la nacionalidad, y reclamó el necesario apoyo y participación de todas las comunidades para conseguir nuevos cambios en la actual situación de las personas inmigrantes.
Tahir Chaudhry, por su parte, apostó por la educación como elemento clave para que los inmigrantes participen en política. Bajo su punto de vista, la educación ha de transmitir la importancia de la política, pero cada vez hay más distanciamiento y desconexión entre políticos y ciudadanos, con los problemas que ello conlleva. “Una de cada cinco personas es inmigrante, es decir, el 20% de la población, pero desde los partidos políticos no se da la importancia que debería tener este porcentaje tan elevado. Se están perdiendo, pues, oportunidades”, denunció.
Teniendo en cuenta los estudios recientes de UNU-GCM, también se profundizó en la participación política de las mujeres inmigrantes. En el caso de las comunidades paquistaníes y bengalíes, las mujeres acostumbran a tener más problemas para salir de casa, sobre todo por el gran cambio cultural y social que experimentan en los países de llegada, lo que dificulta aún más si cabe su implicación política. En el caso de otras comunidades como la china y la filipina, el problema se encuentra en las largas jornadas laborales que desarrollan las mujeres y la responsabilidad que tienen posteriormente en los hogares.
Ambos testimonios destacaron que, aunque muchas mejores tienen formación, en algunos casos incluso de tipo superior, su condición de inmigrante supone un obstáculo añadido para el ejercicio de su profesión. En ocasiones, ni se lo plantean como opción.